OPINIÓN: Habilidades transformadoras para el futuro

En la etapa de transición entre el colegio y la universidad, los jóvenes enfrentan una serie de desafíos que definirán su trayectoria. En este contexto, implementar un programa basado en los Objetivos de Desarrollo Interior (ODI) representa una oportunidad invaluable para fortalecer sus habilidades personales, emocionales y cognitivas, preparándolos para enfrentar el futuro con mayor confianza y claridad.

A través de diferentes pruebas de evaluación aplicadas a los alumnos en educación secundaria se han evidenciado brechas de aprendizaje de los estudiantes en diferentes áreas, siendo las más notorias las de comprensión lectora y razonamiento matemático; resaltando además aquellas que fueron exacerbadas por la pandemia, y son las brechas socioemocionales que han afectado la motivación, la interacción social y el sentido de pertinencia de los estudiantes.

Ante esta realidad el Consorcio de Universidades –integrado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), la Universidad de Lima y la Universidad del Pacífico–, juntamente con Excuela, ha lanzado el Programa de Habilidades Transformadoras para el futuro, el cual tiene como objetivo fortalecer las capacidades humanas esenciales para afrontar los desafíos del siglo XXI, brindando a los escolares y jóvenes que recién ingresan a la universidad herramientas para su crecimiento personal, emocional y social.

A través de una plataforma digital interactiva, los estudiantes podrán explorar y trabajar activamente en 5 dimensiones para su desarrollo personal. En primer lugar, buscando el autoconocimiento, atención plena y equilibrio emocional que los lleve a definir su propósito de vida. En segundo lugar, desarrollando el pensamiento crítico y el aprendizaje continuo. En tercer lugar, relacionándose con empatía, comunicación efectiva y conexión con otros. En cuarto lugar, colaborando, fortaleciendo la confianza, la inclusión y el trabajo en equipo. Finalmente, la quinta dimensión se enfoca en la actividad del estudiante actuando y comprometiéndose con el cambio de la sociedad con valentía, creatividad e integridad.

Las habilidades que se fomentan juegan un papel clave en la adaptación a un nuevo entorno, como puede ser un sistema educativo que exige mayor autonomía y responsabilidad. La gestión del tiempo y la organización personal se vuelven fundamentales para equilibrar responsabilidades como carga académica y las nuevas experiencias sociales. A través de la autorreflexión y el desarrollo de una mentalidad de crecimiento, los jóvenes pueden enfrentar los retos con una actitud proactiva y fortaleciendo su capacidad de resolución de problemas. Además, fomentar el liderazgo consciente y la empatía les permite integrarse en su comunidad, participando en proyectos colaborativos y construyendo relaciones saludables.

A largo plazo, un programa basado en los ODI contribuye a la formación de individuos más preparados para enfrentar el mundo laboral y personal con seguridad. Al fortalecer su bienestar emocional, su capacidad de adaptación y su compromiso con el aprendizaje continuo, los jóvenes no solo mejoran su rendimiento académico o su desempeño en cualquier área, sino que también desarrollan una base sólida para su crecimiento personal y eventualmente profesional.

Implementar esta iniciativa significa apostar por una educación que va más allá del conocimiento técnico, formando personas más conscientes de sí mismas, de su entorno y de su impacto en la sociedad. Así, cada estudiante podrá construir su propio camino con mayor claridad y confianza, asegurando un futuro con propósito y plenitud.

Enrique Castañeda Saldaña, Rector de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

Artículo de opinión publicado en el diario El Comercio el 03 de junio de 2025

Fuente: El Comercio

Conoce más sobre el programa en: Habilidades transformadoras para el futuro – Más Humanos